sábado, 19 de abril de 2008

François Dominique Toussaint Louverture (1743 - 1803) Un guerrillero popular, vencedor de numerosos ejércitos y héroe de la revolución antiesclavista

“La influencia de las ideas revolucionarias francesas definirán su corto gobierno, estableciendo un sistema dirigido por un presidente vitalicio que designaba sucesor pero regulado por una constitución. El catolicismo sería la religión oficial, se declaraba la libertad de comercio y se establecía la igualdad de derechos y deberes entre todas las razas.”

-Loubert Toussaintt
François Dominique Toussaint Louverture nació en Santo Domingo, actual República Dominicana en 1743 y murió en Fuerte de Joux, cerca de Pontarlier, Francia, en 1803. Hijo de esclavos, consiguió adquirir una cierta cultura leyendo en la biblioteca de su amo. Como consecuencia de la Revolución Francesa, toda la isla de La Española se vio sumida en una situación de extrema violencia. Cerca de 125.000 personas entre 1795 y 1810 abandonaron la isla. La independencia de Haití sería mucho más un acontecimiento de profundas repercusiones sociales que políticas.

Cuando la guerra entre España y Francia estalló en 1793 Toussaint se alistó en el bando español. Los acontecimientos dieron un giro radical cuando Leger-Félicité Sonthonax, alto comisionado francés de orientación jacobina, ante el peligro de perder definitivamente la colonia por la menaza de una invasión inglesa, decidió convocar a los negros y a los mulatos en su defensa, para lo cual decidió abolir la esclavitud el 29 de abril de 1793. Al conocer el decreto de abolición de la esclavitud, Toussaint se cambió de bando y se convirtió en un importante líder de negros y mulatos que iniciaron la toma de la isla para los franceses. En 1801 ocuparon la parte española llegando hasta Santo Domingo.

La decisión de Sonthonax provocó una seria fractura en el interior del movimiento negro, ya que un sector de los rebeldes rechazó las medidas adoptadas y prefirió mantener su alianza con los españoles. Mientras unos se plegaron a la posición francesa, los más ricos mantuvieron su unión con los blancos y apoyaron la intervención militar británica. Toussaint Louverture aceptó la llamada francesa y se incorporó a las filas galas con 4.000 hombres y mulatos. La retirada del apoyo de los negros fue fatal para los intereses españoles, ya que les supuso el rápido abandono de las posiciones conquistadas en Saint-Domingue.

La derrota española se confirmó por la Paz de Basilea de 1795. De acuerdo con sus cláusulas, los españoles recuperaron las posesiones perdidos en la guerra a cambio de otorgar a los franceses el control del sector oriental de la isla. La guerra con los británicos duró cinco años más, al cabo de los cuales las bajas de los invasores ascendieron a 25.000 hombres. La guerra consolidó el ascenso de Toussaint, que en 1796 fue ascendido a general de brigada y al año siguiente a general de división. En poco tiempo se confirmó como el principal poder de la colonia. El poderío de Toussaint fue claramente evidente en abril de 1798, a consecuencia de la retirada británica, cuando el general Maitland negoció un tratado secreto con el líder negro, por el cual los británicos se comprometían a abandonar la isla a cambio de concesiones comerciales.


Durante la negociación, Maitland le garantizó la protección británica si Toussaint seguía el camino de la independencia. Pero el haitiano que no confiaba excesivamente en los británicos prefirió seguir gobernando en nombre de Francia, aunque esto supusiera mantener los vínculos coloniales. Toussaint estableció relaciones con los Estados Unidos e intentó recuperar la producción azucarera y normalizar la situación económica y política. Los mulatos, encabezados por el general André Riagaud, se resistieron a ser gobernados por un negro, rebelándose en febrero de 1799. De este modo comenzó un nuevo enfrentamiento, esta vez entre negros y mulatos. La superioridad numérica de los negros y las dotes militares de Toussaint les permitieron ganar la sangrienta guerra que se prolongó durante un año y medio.

En agosto de 1800 los mulatos fueron derrotados. Consolidado en su posición, Toussaint intentó reactivar la economía. Los antiguos esclavos trabajarían como asalariados. El producto de las cosechas se partiría en cuatro, la mitad para la Hacienda en concepto de impuestos y los dos cuartos restantes se dividirían entre los trabajadores y a los patronos a partes iguales. En octubre de 1800 Toussaint sancionó un código que regulaba la totalidad del sistema agrario vigente. La llegada de Napoleón al poder, y su deseo de rehacer el imperio colonial francés, afectó directamente la posición de Toussaint. Napoleón pretendía utilizar los recursos de las colonias para financiar sus guerras europeas, pero para ello requería de un Haití que controlara totalmente la isla de La Española, a pleno rendimiento y con los negros nuevamente sometidos a la esclavitud. Toussaint aparecía como un serio obstáculo que debía ser removido.

Pero la sagacidad del dirigente haitiano le permitió anticiparse a las decisiones de Napoleón. Para ello invadió la parte española de la isla y el 26 de enero de 1801 ocupó la ciudad de Santo Domingo. Rápidamente procedió a la unificación de todo el territorio insular y tras nombrar diversos funcionarios y disponer las medidas necesarias para la reactivación económica retornó al occidente de la isla, dispuesto a afrontar su defensa. Napoleón se negó a aceptar el orden impuesto por Toussaint y tras conseguir que España le devolviera Luisiana lanzó una poderosa flota de más de 80 embarcaciones y 58.000 soldados, al mando del general Victor-Emmanuel Leclerc, cuñado de Napoleón, contra La Española para someterla militarmente.

A principios de 1802 la flota francesa arribó a la isla y rápidamente se desencadenó una ofensiva simultánea en varios puntos de la isla, que hizo retroceder a los negros. Los franceses se apropiaron de Santo Domingo y de las principales poblaciones de la parte occidental de la isla y en junio de ese año capturaron a Toussaint que falleció en su cautiverio francés en 1803, a donde había sido enviado junto con su familia. Superado el momento inicial de desánimo, los negros se reagruparon bajo el mando de Jean Jacques Dessalines, uno de los lugartenientes de Toussaint, y del general Henri Cristophe . La lucha fue sumamente sangrienta y los negros adoptaron la táctica de la tierra arrasada, destruyendo todo lo que encontraban a su paso, con el fin de dificultar el aprovisionamiento de las tropas galas.

La fiebre amarilla también atacó a los franceses, a tal punto que a fines de 1803 tuvieron que abandonar la isla dejando atrás innumerables bajas y 7.000 prisioneros. De acuerdo con las cifras oficiales francesas, se perdieron en la campaña de Santo Domingo más de 50.000 hombres, entre ellos el propio general Leclerc. Los negros decidieron abandonar las tácticas más contemporizadoras de Toussaint, ante la imposibilidad de llegar a ningún acuerdo con Francia. El 1 de enero de 1804 Dessalines y sus seguidores proclamaban la independencia de Haití (el nombre amerindio de La Española). Siguiendo el ejemplo de Napoleón, Dessalines se proclamó emperador, pero en 1806 sería fusilado. Con posterioridad, el Norte y el Sur del país se separaron bajo gobiernos diferentes. El Norte, con centro en Cap Haitien, fue gobernado por Henri Cristophe, que luego de hacerse coronar, reinó como Henri I, entre 1806 y 1820.